Darren Aronofsky escribe y dirige Cisne negro, un trhiller repleto de danza y paranoias enfermizas en las que Nina, Natalie Portman, se ve enjugascada; ésta da en el clavo para danzar la parte positiva, pura y virginal del cisne blanco, sin embargo, para conseguir el cisne negro, donde encuentra más dificultad, se ve envuelta en una serie de paranoias para poder llegar a la perfección. Encuentra el hilo que la ata a la bondad, a la parte positiva y a la pureza en su madre, quien practica mente la obliga a ser de esa manera. Es en el director de la compañía de ba
ile a la que pertenece, donde encuetra el otro hilo que la ata a la parte sensual del cisne negro. La calidad, tanto interpretativa como argumental es bastante buena, a mi me encantó, aunque es cierto que tanto en críticas televisivas como mismamente saliendo del cine, tanto mis propios acompañantes, como desconocidos, reconocián no haber salido muy contentos del cine, pues los defectos que encontraban eran que era "una película en la que redundaban los bailes y las paranoias mentales", de todas formas opino que es una buena película y que hay mucha gente que no entiende de danza y otros tipos de arte.
Lo que a mi me enamora es la macabriedad de esas paranoias mentales y la belleza de la danza y todo junto es perfecto, además de innovador, pues yo no he visto ninguna otra película que englobe esas dos características, aunque, son dos características con las que el director se ha arriesgado mucho, pues a los que les gusta una no les suele gustar la otra y viceversa, de manera que es una película que puede llevarse un trastazo en la taquilla o todo lo contrario, habrá que esperar a verlo.
El ritmo de la película es rápido siendo una película de larga duración, siendo bastante equilibrada y de gran movimiento. Encontramos gran mezcla de música, pues escuchamos música moderna y clásica, además de la propia música creada para crear tensión en el espectador. El vestuario es el propio de bailarinas, pues en el tipo de escenografía en el que se encuentra es la más adecuada. Desde mi punto de vista todos estos elementos actúan en concordancia y a servicio de las circunstancias dadas del autor. El trabajo de los actores principales es bueno, siempre resaltando a Natalie Portman, quien supera con creces a cualquiera de sus compañeros de reparto, seguramente mi concepción de ello, venga dada por la belleza con la que aparece en la película o por como la resaltan, pero es mi opinión. No puedo saber con certeza que técnicas son las que utilizan o que recursos, pero el ritmo interno de cada uno de ellos es a mi modo de ver bastante acorde con sus personajes y con el ritmo de la obra en si.
El argumento o drama que encontramos es simbólico totalmente, es una mezcla de signos, a los que se les suman imágenes que representan los sentimientos de la protagonista, de hecho en algunos momentos pueden aclarar cosas
que no están claras o simplemente,
dar a conocer al espectador, la situación o significación en la que se encuentra la circunstancia
concreta de la obra, la evolución de ésta, va desde el principio, moderada y prolongadamente hasta su final, no conlleva sobresaltos, ni crea puntos de suspense fuertes, aunque ello, no aparta ni aleja al espectador del argumento, pues lo que hace que el espectador no se levante de su butaca, es la belleza, y parece que el argumento, no es ni mas ni menos que un pretexto para observar belleza. Aunque bello, tiene un triste final.
Adaptada y dirigida por Claudio tolcachir, nos encontramos con una obra que emociona.
Los actores principales trabajan muy bien. Carlos Hipólito, en el personaje de Joe keller, aunque al principio de la representación no se le oía muy bien desde las últimas butacas del Teatro Villa de Molina, representa muy bien su personaje, aunque mejor lo hace Gloria Muñoz, en el personaje de Kate Keller, donde realmente se la escucha hablar con una realidad impresionante de la que uno no sabe si reír o llorar; pues si miramos desde un punto de vista cómico, puede llegar a ser gracioso, pero dice verdades como puños, lo cual nos hace pensar que de lo que te estas riendo es algo más bien serio, claro que también, esto, es mérito del autor.
De Fran Perea, en
el personaje de Chris keller, me quedé impresionada, después de haberle visto en series de televisión en las que no se mostraban sus aptitudes interpretativas, descubro como en teatro su talento aflora, Manuela Velasco, lo hace muy bien, de hecho creo que vale más para teatro que pare televión, pues en tv se la ve poco real o poco entregada, sin embargo en esta obra he podido ver parte del talento que esta actriz lleva dentro, aunque había momentos en los que yo sentía que su concentración se evaporaba.
Sintiéndolo mucho, tengo que hablar no mal, sino peor de Nicolás Vega, en el que en las escenas finales es muy importante su apariencia en escena, y sin embargo, al pobre no se le oía nada, y lo peor según mi criterio, que puede hacer
un actor es no proyectar la voz, puedes interpretar mal, incluso equivocarte y decir mal tu texto, pero que no se te oiga, es un delito.
Alberto Castrillo-Ferrer, en el personaje de Frank Lubey me encantó, tenía un humor buenísimo, y lo que es mejor sabía llevarlo, tenía bastante presencia, en definitiva me encantó.
Ainhoa Santamaría, en el personaje de Lydia Lubey, también, logró captar la atención del público, pues con la dulzura que caracterizaba a su personaje, se convertía en una persona encantadora además de muy graciosa.
En definitiva la representación estuvo muy bien, y los aspectos que yo destacaría son, como ya he dicho, el magnífico trabrajo de Gloria Muñoz y Carlos Hipólito, el cambio de Fran Perea, la poca proyección de voz en Nicolás Vega, además de una escenografía bastante bonita y muy trabajada y una luz muy buena.
Corinne Coulet escribe sobre el Teatro Griego en un libro de bolsillo y además traducido al español por Fernando Borrajo, divide en cinco secciones su libro “El Teatro Griego”,y una sexta, dedicada a una conclusión, donde se pueden encontrar algunos documentos sobre la escena actual y los temas trágicos.
En el primer capítulo, “Origen y Desarrollo de las Representaciones Teatrales”, la autora, habla sobre los orígenes de la comedia y de la tragedia, comentado La Poética de Aristóteles, “la tragedia se remonta a los autores de ditirambos” y “la comedia, a los autores de cantos fálicos”, ella opina que el mencionado texto “no puede aclarar definitivamente los orígenes del teatro”. Menciona las fiestas de Dionisio, “Si bien el origen religioso del teatro es generalmente aceptado, su relación con Dionisio ha sido muy debatida desde la antigüedad”. También habla de la construcción de los primeros teatros.
En el segundo capítulo, “Los Autores Clásicos, sus obras”, habla de los elementos para comprender el teatro griego, como pueden ser, el tema; la estructura, basada en las partes en las que se dividían las obras: como el prólogo, párodo, alternancia entre episodios y stasima, éxodos; es decir, la estructura externa de las tragedias antiguas; en la comedia, aunque con influencia de la tragedia, encontramos el agon y parábasis, dos elementos específicos de la comedia. Comenta que la tragedia griega no era simplemente un texto, sino que también era al mismo tiempo una representación coreográfica y musical. Trata de hacer diferencias sobre la tragedia y la comedia, según la autora: “La comedia, a diferencia de la tragedia, hace resaltar continuamente los trucos que ella misma utiliza, sirviéndose de un procedimiento que podemos denominar “metateatro””, cuando habla de la tragedia dice: “La intriga, muy estructurada en la tragedia, está poco elaborada en la comedia aristofanesca”. Resume obras de grandes poetas trágicos y cómicos del siglo V a.C.: Las Suplicantes de Esquilo, Edipo Rey de Sófocles, Medea de Eurípides, La Paz de Aristofanes.
En el capítulo tres, “La acogida de las obras en el periodo clásico”, habla sobre las emociones que se producen en el público del teatro griego en la época clásica, estas emociones nacen por el hecho de ser representaciones de su propia ciudad, de sus costumbres y de su política y sociedad, esto les hace replantearse la estructura social, política y cultural en la que viven, aún así, estas obras del teatro ateniense, forman parte de las fiestas y costumbres de sus habitantes. Platón y Aristóteles eran espectadores de este teatro, el primero considera que tanto en tragedia como comedia, los actores solo fingen e imitan, no es real; Aristóteles, del cual tenemos escritos sobre la tragedia porque los de la comedia se perdieron, opina en los mencionados escritos, al igual que Platón, que los actores imitan.
En el capítulo cuatro, “La puesta en escena y los actores”, estudia el decorado, vestuario, máscaras y problemas de interpretación. En cuanto a vestuario, los griegos utilizaban su propio vestuario, la diferencia con la ropa normal era que en las representaciones trágicas usaban muchos colores y con influencias orientales, en la cómica intentaban representar desnudos postizos y no bellos sino más bien feos.
El uso de la máscara puede deberse según Corinne a la parte ritual de este teatro, en el siglo V todos los actores llevan una máscara, y luego, según el personaje, también pueden llevar pelucas de colores: en los personajes buenos, de color rubio y en los personajes malos de color negro. La profesión del actor, en griego se dice “hipócrites”, que significa literalmente “el que responde” y también “el que interpreta”; este segundo significado es más cercano al tema del que hablamos, según mi opinión. Normalmente a los protagonistas se les exigía interpretar varios papeles y como llevaban máscaras, tenían que encontrar por otros medios, la forma de expresar ante el público el estado emocional del personaje al que interpretaban, uno de los medios era la voz, ésta tenía que ser clara y fuerte para que todos los espectadores le entendieran.
La carrera de actor era muy difícil y para poder decir que realmente se había triunfado en este sector, era necesario tener el papel principal de las obras que se representaban.
Directamente y de la boca de la autora “El fin del teatro griego corresponde al momento en el que se dejan de escribir obras en esta lengua”.
En el capítulo cinco, “Del periodo Helenístico al fin del Teatro Griego”, lógicamente, un capitulo, en el que se comentan las diferencias teatrales del Teatro Griego y del Helenístico. Fue en el siglo IV, el periodo en el que comenzó la transformación, era un periodo denominado en crisis para la tragedia, aunque la autora no deja entender si está en acuerdo o desacuerdo con ello, (o por lo menos yo no encuentro su opinión o no la entiendo) en dicho periodo, Menandro crea una nueva comedia. El público cambia y van al teatro por diversión, este teatro es más parecido al de nuestros días, podríamos compararnos con ese público, pues ahora también vamos al teatro por diversión u ocio. Otro cambio podría ser el de que los actores ahora se distancian más del público y el de las máscaras, ahora con frentes más grandes y bocas muy abiertas; según la descripción de la autora, parece que son máscaras que pueden llegar a asustar al público.
De Menandro, se descubrió en 1905, un papiro con algunas partes de cinco comedias, y en 1959, un manuscrito del siglo III, con una obra completa, “Dyscolos”, a través de estos textos nos podemos hacer una idea de la obra de Menandro. “El amor entra en escena” gracias a Menandro, pues, éste sigue en sus obras un esquema en el que el amor es muy importante, hablando sobre esposos separados o matrimonios unidos en su mayor parte, durante la obra se crean conflictos y dificultades para la pareja, existen, pues, malentendidos entre ellos; el dato cambiante es que quien supera las dificultades no es el héroe, sino más bien el campesino, de quien nadie espera que nada salga bien para él, por lo tanto, Menandro cambia totalmente a los personajes, mostrando antipáticos a los simpáticos y viceversa, o siendo entre ellos de diferente escala social y económica. Sus obras se desarrollan en cinco actos y el coro ya no es importante.
El capítulo seis, “Conclusión: El teatro Griego Entre Nosotros”, trata de hacer ver que el teatro griego ha sido fuente de inspiración para muchos, se han utilizado obras como Edipo Rey de Sófocles para la televisión vendiéndose como serie negra.
La autora nos facilita un cuadro cronológico con los acontecimientos políticos y literarios, que es bastante de agradecer. Nos da a conocer las familias trágicas y una lista de los Dioses Mitológicos.
Con la conclusión de Corinne Coulet hago yo mi conclusión: me doy cuenta de que no estoy nada preparada para hacer esta reseña, pues no consigo hacerla de una manera crítica u objetiva, es imposible dar tu opinión sobre un tema del que no sabes nada y lo único que me deja claro, es que voy a aprender más sobre el teatro griego y de que no se nada de éste. He intentado buscar información sobre Coulet en Internet, para poder hacer una reseña (si es que por reseña entendemos lo que yo entiendo por reseña) en condiciones, pero no se encuentra biografía y en la bibliografía solo aparece este libro, cosa que no creo que sea así, así que como dudo, no escribo.
Me he centrado en el circo del sol ya que en clase lo hemos mencionado bastante.
El Circo del sol es un gran circo, empezando por ahí; ilusión, magia, imaginación y arte pueden ser unas pocas palabras para describirlo, pero es que resulta que con esas palabras me quedo corta, pues el circo del sol no es un circo cualquiera y por eso me he centrado en el.
En este circo encontramos espectáculos de acrobacias, clowns, canciones, bailes, contorsionismo, espectáculos con fuego, en el agua; en definitiva este circo trabaja con todo tipo de escenografías, coreografías; es un espectáculo espectacular.
Lo que a simple vista puede llamar la atención, además de todo el público al que acogen, es el vestuario, un vestuario bastante complejo a la vez que original y práctico, pues gastan mucho en vestuarios cómodos para cada actividad, de hecho usan materiales especiales y además los cambian cuando tienen un mínimo desperfecto u roce, hay que mencionar también el maquillaje, muy acorde con el vestuario y con la escenografía, es muy complicado, un arte en si, me recuerda al teatro oriental, pues se maquillan ellos mismos de manera muy complicada y original, y el vestuario es bastante original y llamativo, nada simple.
El Circo del Sol es majestuoso, no hacen nada que sea mediocre, todo llama la atención tanto a adultos como a niños, es un circo para todas las edades y yo me pregunto, si fascina a adultos ¿Cuánto fascinará a los niños?
Cada espectáculo de este circo es diferente en cada sitio, pero todos tienen una historia o un cuento escondido en todo lo que hacen, para ello utilizan decoracionesy coreografías adecuadas para el cuento. De hecho lo hacen tan profesionalmente, que te introduces en su mundo enseguida, y esto, lo digo sin haberlo visto en directo nunca, he visto videos en YouTube, DVD´s, pero nunca los he visto en directo, aunque me encantaría.
Uno de los motivos por el cual he elegido el Circo del Sol, es porque además de que me encanta, porque es lo que en realidad significa para mi el circo de hoy, creo que el circo con el que se identifica el público de hoy es precisamente un circo como el circo del sol, hay payasos en España que han sido muy famosos en España pero están como “pasados de moda” ahora el circo que “se lleva” es El Circo del Sol, éste es el circo de hoy, de los niños de hoy y de los adultos de hoy.
Los actores protagonistas han crecido, la temática ya no es tan infantil como en las anteriores películas, en ocasiones puedes llevarte algún susto e incluso llorar con alguna muerte.
Con el crecimiento en edad de los actores, se nota también un crecimiento a nivel actoral, aunque Daniel Radcliffe (Harry), sigue actuando siempre como si estuviera muy tenso.
El papel de Rupert Grint ha cambiado, ya no es el niño bueno, asustadizo y que a veces dice cosas graciosas, en ésta, la primera parte de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, se le ve un carácter más severo debido al efecto de un
objeto, es decir, que es capaz de situarse en diferentes facetas
de un mismo personaje (Ron). Emma Watson (Hermion) que tambíen al principio se mostraba tensa, ahora parece que se deja llevar y se siente más cómoda.
Puede ser que los personajes lo requieran pero, y aunque en Harry Potter los personajes se puedan encontrar con situaciones tensas, los personajes adultos no lo demuestran; en general eltrabajo de los actores es bueno, aunque hay que decir
que de dos horas que dura la película, solo aparecen en orden de mayor a menor tiempo, Harry,
Hermion y Ron y los demás personajes no llegan ni a una hora de película, por no decir tres cuartos o media hora. Como siempre, la caracterización y el ambiente son buenos e indicados para la temática oscura de la película, a veces un poco tenebrosa aunque es para casi todos los públicos (mayores de 7 años), los decorados clásicos, oscuros y a veces sucios y desordenados muy atractivos desde mi punto de vista.
Posibles errores de la película pueden ser que la casa de la familia de Ron se destrozó en la sexta película y en esta sétima sin mencionar arreglo ninguno ha aparecido perfecta como si nada, de
hecho se celebra una boda en ella, si es verdad que son magos, pero si lloraron cuando se le destrozó la casa no creo que fuera porque la pudieran arreglar, es decir, está claro que son
magos y la pueden arreglar con magia en un plis plas y por eso aparece en esta última película, pero entonces se podrían haber ahorrado el momento de llorar por la casa en la anterior película porque podrían haberla arreglado en menos de una milésima de tiempo.
Tan solo dos actores (Ernesto Pastor e Inma ortega) y una marioneta (manejada por José Antonio García) son suficientes para llenar al espectador de magia en “La Sonrisa de Miguel”, una obra que trata sobre la vida de Miguel Hernandez, desde un punto de vista inocente y ficticio, pero a la vez real.
Ernesto Pastor interpreta a Mig
uel, que busca su sonrisa perdida, el actor alcanza, para mi gusto,
en nivel de seriedad, dolor e inocencia facial sorprendentes, desde luego, se pueden encontrar mejores actores, pero a mi me sorprendió el como durante una hora que duró la función, fue capaz de introducirse en ese Miguel serio y dolorido por la vida, sin salirse en ni un solo momento del personaje, pienso que debe ser bastante difícil, pues no solo facialmente, sino también corporalmente, hace ver que su cuerpo y alma están entregados a algo, o mejor dicho, está aparentemente (fisicamente) a la orden de algo, sumiso completamente porque la vida lo ha tratado mal, como un niño sin amigos.
No debemos olvidar el maravilloso papel en la obra de Inma Ortega, pues siendo seguramente
su papel principal el de funcionaria de un puesto de objetos perdidos, le toca interpretar además a los personajes que rodeaban la vida de Miguel (Ernesto Pastor), incluyendo en la lista al Caudillo, por la gracia de Dios(sátira, por supuesto de éste) al padre, la madre y amigos de Miguel. Damos por sabido, que interpretar varios papeles en una misma función, supone n
o poder hacer de uno mismo tu personaje, pues a cual eliges sin dejar de hacer bien el anterior, pero a la actriz se la veía perfecta en todos sus personajes, aún cuando el cambio de uno a otro, suponía menos de diez segundos en los casos más largos, y apenas terminar de decir una palabra con un personaje y decir la siguiente con otro como si de la misma frase se tratara, en los casos más cortos.
La marioneta, dirigida por José Antonio García, muy
bien encajada en la función, pues aunque ni habla ni hace ruido, sus movimientos están hechos tan en su punto que a nadie se le olvida que está allí, quizá el fallo que yo puedo encontrar de ésta es, que estando en un segundo puesto o lugar, se esconde en ocasiones tanto, que no se la puede ver, porque la tapan los propios actores, claro que puede que ese defecto esté causado por el pequeño espacio que les aporta a los artistas el escenario en el que trabajaban, que aunque es cierto lo que digo, no se les puede dejar de agradecer un espacio, pequeño, pero espacio, en el que los actores nos podamos desfogar a la Universidad de Murcia, que nos ofrece un aula, que es donde se celebró la función.
También es necesario mencionar que la música, efectos sonoros, luces y vestuario son bonitos y adecuados, aunque no entiendo muy bien porque a la actriz la visten como una persona de la actualidad, porque aunque al final hace entrever que ella es la que une a Miguel con la actualidad, en realidad no es ella la que lo une, con lo cual, ella no debería vestir así, pues, durante la función, sus pantalones actuales me entretenían y me hacían olvidar el momento cronológico en el que se encontraban, aunque esto es fruto de mi opinión personal y no tiene porque tenerse en cuenta, pero sigo pensando que está fuera de lugar.